miércoles, 24 de octubre de 2012

Cultura


Azua la atenas Dominicana
 
Por Marian  Soto

Azua es el resumen de las expresiones artísticas y culturales de mayor trascendencia a nivel nacional. Por eso se ha ganado el merecido título de "la Atenas dominicana". Los nombres de sus hombres de letras se pierden en los albores de la historia, y es muy popular el dicho, generalizado en el país, de que en Azua, al levantar una piedra, es más que seguro que descubras a un poeta.
Según datos tomados del libro "Azua: Rescatada del olvido" que escribió el locutor Fernado Navarro puesto en circulación en el 2004 por motivo de los festejos del quinto centenario de la fundación del pueblo donde afirma que la fama de ciudad culta y de poetas le vino a Azua de los días de Hernán Cortez, el escribano español que vivió en su recinto y que conquistó a México. Fundada por Diego de Velásquez por disposición del gobernador fray Nicolás de Ovando en 1504, Azua fue la villa más importante de la región Sur donde se instaló el Colegio de Santiago de la Paz y por donde desfilaron durante la conquista ilustres letrados españoles que se dedicaron al cultivo de la literatura y la poesía. Quizás de ahí el calificativo de "tierra de poetas" que se le dio a la villa, en su escuela Perseverancia hizo de maestro el poeta Emilio Prud'Homme autor de las letras del Himno Nacional y a su educación se sumó Eugenio María de Hostos. Tierra de Miguel Ángel Garrido, el autor de "siluetas", y del profesor Francisco Javier Amiama Gómez, por Azua desfilaron en otros tiempos desde el célebre intelectual cubano Pereyeso hasta el puertorriqueño Román Baldoriotti de Castro y en su lar nacieron Bartolomé Olegario Pérez y el célebre doctor Armando Aybar. Afirma Fernando en su obra que Azua fue la tercera provincia del país en tener periódicos. Su primer periódico se llamó La Voz de Azua en el 1870. nacieron Bartolomé Olegario Pérez y el célebre doctor Armando Aybar. Afirma Fernando en su obra que Azua fue la tercera provincia del país en tener periódicos. Su primer periódico se llamó La Voz de Azua en el 1870.
Entre los nombres más destacados en la historiografía azuana encontramos los de Hector Viriato Noboa, laureado poeta que, sin embargo, vio el final de su vida muy prontamente. Noboa fue, en 1925, el fundador de la Sociedad Cultural Athene, una de las sociedades filantrópicas más antiguas de la Republica Dominicana que aún se conservan vivas.
Con una amplia bibliografía a sus espaldas encontramos a Miguel Angel Garcia, una de las plumas más finas de nuestra nación. De igual modo, la figura de Hector J. Diaz, el más internacional de los poetas azuanos, autor del desgarrador poema "Lo que quiero", que no es recitado en cualquier rincón del país sin que te encuentres a otro que continúe con la estrofa siguiente. Uno de las voces más recordadas de la emisora estatal La Voz Dominicana, y detractor del régimen trujillista que vino a encontrar su muerte en el crudo invierno neoyorquino, tras una vida azaroza, como la que muchas veces acompaña a los grandes.
Renato de Soto , Heriberto Garcia y otros tantos azuanos se destacan en el altar de los gigantes de las letras.
Pero su título de "Cuna de la Cultura" dominicana no le viene sólo dada por los azuanos que ha parido su propio seno, sino también por otros azuanos; los que esta tierra ha adoptado. Entre ellos están el gran humanista Eugenio Maria de Hostos, que realizó una gran labor educativa en todo el país, y Azua fue uno de los pueblos modelos del movimiento hostosiano. Nicolas Urena de Mendoza, padre de la insigne educadora y poetisa dominicana Salome Urena de Henriquez, fue preceptor de la primera escuela oficial de Azua de la época republicana, en 1847. Muy cercano a los pronunciamientos baecistas, ejerció como periodista y afamado abogado. Tiene el mérito de haber introducido el colorido costumbrista en la poesía dominicana.
Bartolome Olegario Perez es otro de esos grandes hombres. Poeta prolífico que dejó un gran legado en su amada Azua. Calles y centros escolares recuerdan su nombre a lo largo y ancho de la provincia.
Pero el artista azuano más importante de todos los tiempos, nacido de las entrañas mismas de este pueblo, es, sin duda alguna, el magnífico músico Pablo Claudio, compositor de la primera ópera americana. También se destacan el grupo de baile internacional los Danzarines.
En el campo literario, Azua ha hecho aportes significativos a las letras. Entre sus autores contemporáneos conocidos se encuentran Virgilio López Azuán, Rannel Báez y la destacada periodista y escritora Emilia Pereyra, semifinalista de Premio Planeta 1998, autora de las novelas “El crimen verde”, “Cenizas del querer”, y “Cóctel con frenesí” y de libro de cuentos “El inapelable designio de Dios”. En 2012, editorial Alfaguara publicó su novela histórica "El grito del tambor", sobre la invasión a Santo Domingo del corsario Francis Drake, en 1586.
 
 video grupo de jovenes a favor de que se rescate los valores y la cultura en Azua

 
 
 

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